No rain

No más lluvia en abril ni vientos huracanados en mi cabeza. La necesidad de buscar lo imposible o tejer redes finas de nubes 100% naturales, ha cesado. Se lo debo a la soledad que me ha dejado respirar por un momento, disfrutar de los instantes terrenales como si fueran celestiales, beber del elixir prohibido sin temor al castigo divino. Se lo debo también a una sonrisa y a una mirada casi perdida, casi tierna, casi completamente llena y extasiada.
Y me atrevo a decir, que sólo es para mi.

P.D. gracias peque!