domingo, 5 de septiembre de 2010

(S)(M)uerte

Deseosa de nuevo deseos
vierte su mirada en mí, la suerte
que escapa de la muerte
y busca cobijo en mi almohada.

Yo no tengo deseos,
nada deseablemente deseable
ni nada que no deje de desear.

Se aleja la suerte que de aburrimiento yacía tendida en la alfombra
de lana.

Se aleja la muerte, por falta de ganas
por exceso de trabajo
por que ya no le creo
por que ya no la quiero.

Sin suerte ni muerte
sin deseos desdeñosos
sin deseos ponzoñosos
sin ánimos de lucir la atadura de la vida,
el cordón umbilical.

Y perezco en mi alamohada de asfixia extenuante
de vida sin vivir
ni sueños que dormir.

Y vivo.

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