l´impossibilitée de parler comes back

- Por Dios, dénle luminal, dénle valium 100, dénle evanol, dénle adanol, dénle la serpiente, dénle una manzana, hagan algo -dijo la Sra. del Vino que entendía de farmacopea.

Enamorada de la insalubre claridad de un río inventado, vivo y muero. Por un mañana placentero tal vez eterno, tal vez nocturno se retuercen las llagas en sal y se queman las ilusiones. ¡Pidan por mi vida y recen por mi pies, oh querubines de sonrosado rostro, rueguen para que regrese la voz perdida!
Y valiéndome de mi suerte, sumo a mi pedido de oraciones a favor de ésta humilde servidora los siguientes ornamentos y chucherías:
una lágrima seca
el vestido de la niña de la lámpara azul
la pájara en el ojo ajeno
el Cantar del Tuyo Nod