domingo, 9 de marzo de 2008

nubes de algodón

- Yo creo que las nubes son todas de algodón.
- Que tonta que eres hermanita,las nubes son solo nubes y nada más.

Estando frente al espejo,observaba su rostro cubierto de sangre,recordo la fuerza fugaz del primer golpe, la caida,la pérdida de sentido...Era inevitable que las lagrimas corrieran, era inevitable tambien que al cerrar los ojos solo escuchara esa voz retumbando como en eco y zumbando en toda la habitacion.
- Vístete y lávate la cara.
Otra vez el, esa voz sonora y retumbante, esa voz atada a sentimientos muy distantes del amor.
- ¿No me has escuchado?
Segundo golpe,más doloroso que el primero, más intenso el sufrimiento.El peso de su cuerpo la asfixiaba,su respiración entrecortada solo le causaba repugnancia.Buscaba en sus ojos un poco de compasión y no halló mas que lujuria.Trató de llevar su mente lejos, a su mundo de princesas y palacios donde mamá trenzaría su cabello y papá le haría cosquillas.
El tiempo pasó lento y tormentoso,esa voz retumbante había satisfecho sus deseos.
- ¿Qué sucede preciosa, por qué tan calladita?¿No vas a decir nada?
Acurrucada en el lecho,sufriendo en carne viva,solo quizo quedarse en su palacio, acariciando a su gato y sonriendo de verdad.
- Aún creo que las nubes son todas de algodón...

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